Durante más de cuatro décadas de producción, Enrique Bostelmann usó la fotografía como soporte y vía para explorar diferentes rutas creativas y hacer imágenes que trascendieron los límites de aquel medio. Esta exhibición revisa la trayectoria del fotógrafo y la versatilidad de su obra.
La fotografía de Bostelmann refleja relaciones singulares entre realidad y ficción, entre registro e invención, las cuales se presentarán aquí en dos grandes ejes temáticos, complementados por uno más pequeño de carácter documental. En el primer núcleo, titulado Paisaje del hombre, se incluyó un grupo diverso de imágenes en donde el autor retrató la presencia humana en el entorno, o visto de otro modo, el espacio transformado por la actividad del hombre.
El segundo eje, denominado La ola es agua y también escultura, presenta algunas de las obras más innovadoras de Bostelmann, en las que reflexionó sobre las posibilidades expresivas de la fotografía y sus vínculos con otras artes.
El último núcleo, llamado El despliegue de la imagen, reúne material industrial y publicitario que el fotógrafo realizó por encargo, en el que destaca la conformación de circuitos visuales a partir de una imagen en varios impresos.
El absoluto dominio que Bostelmann tenía de la técnica permitió que, en su obra, la fotografía fuera siempre un lugar para la experimentación, la reflexión, la generación de ideas y formas, un sitio de replanteamiento y transformación constante, un espacio inagotable.
Si eres amante de la fotografía no te puedes perder Enrique Bostelmann. Imagen: espacio inagotable, bajo la curaduría de Eugenia Macías y Elva Peniche.