En un mundo saturado de imágenes perfectas y estándares inalcanzables, la violencia estética es un tema que además de preocuparnos, debe ocuparnos. Este tipo de violencia afecta nuestra autoestima y perpetúa un sistema que limita nuestra libertad y bienestar. ¿Y pensemos, porque no nos consideramos bellas? ¿Esto da pie a la violencia?
¿Qué es la Violencia Estética? Es esa presión social para cumplir con un prototipo estético específico, con un impacto negativo en nuestra salud mental y física. Esta forma de violencia no está tipificada legalmente en la mayoría de lugares, y aún falta un reconocimiento adecuado de su gravedad. La violencia estética se manifiesta en la imposición de estándares de belleza que son a menudo inalcanzables y perjudiciales.
Datos sobre la violencia estética
- ● Estadísticas globales: según una encuesta estadounidense, sólo el 4% de las mujeres en todo el mundo se consideran bellas. Además, el 80% de las mujeres asegura que las imágenes en los medios de comunicación les generan inseguridades sobre sus propios cuerpos.
- ● En México: 5 de cada 10 niñas, jóvenes y mujeres, han experimentado discriminación por su tono de piel, peso, estatura, forma de vestir o arreglo personal, los cuales son ejemplos de violencia estética o simbólica.
- ● Impacto en las jóvenes: un estudio de la Universidad de Florida reveló que el 75% de las niñas de entre 8 y 12 años se sienten mal consigo mismas después de ver imágenes de modelos en revistas.
- ● Trastornos de la conducta alimentaria: la violencia estética aumenta el riesgo de desarrollar trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia, debido a la presión social constante para cumplir con estándares estéticos impuestos. Claves de la violencia estética La violencia estética se basa en prejuicios que agravan su impacto:
- ● La visión sexista: esta noción cuestiona qué tan “femeninas” somos o nos vemos. Por ejemplo, cuestionarte “¿Por qué no te maquillas?” “No deberías vestirte con ropa tan masculina.” “Las chicas no deberían hablar o comportarse de tal forma”.
- ● Lo racial: son esos estándares de belleza que favorecen características asociadas con un tono de piel. Seguro has visto o escuchado ese tipo de críticas desde tu círculo cercano hasta en medios de comunicación o redes sociales, incluso a figuras públicas como Yalitza Aparicio, Khadija Ben Hamou, Miss Algeria en 2019 y la misma Zendaya les han llovido críticas y violencia por su color de piel.
- ● El rechazo a la vejez: Es innegable que la sociedad actual rinde un culto a la juventud. Pareciera que un hombre se vuelve atractivo al pasar los años mientras que las mujeres después de cierta edad son obsoletas. Esta cultura promueve el permanecer joven a toda cosa. Lo curioso es que aquellas mujeres que se someten a procedimientos para intentar frenar el paso del tiempo no dejan de ser blanco de ataques y burlas como lo ha sido la misma Madonna.
- ● La gordofobia: se refiere a la creencia de que las personas delgadas son más bellas, más sanas y más merecedoras que las personas con sobrepeso. Esto no solo afecta la autoestima, sino que también puede llevar a trastornos alimenticios y otros problemas de salud. Probablemente has escuchado comentarios como “si bajaras unos cuantos kilos te verías mejor”, “si no cuidas tu peso, nadie te va a querer”, “ese vestido se te vería muy lindo si bajaras una o dos tallas”. Recuerda que nadie debe o puede opinar sobre tu cuerpo. “La violencia estética es una forma de control que mantiene a las mujeres enfocadas en sus cuerpos y lejos de la toma de decisiones. El sistema se beneficia de que estemos descontentas con nuestra apariencia, porque nos lleva a comprar productos cosméticos y farmacéuticos y a someternos a procedimientos invasivos, muchas veces no por un gusto propio y desde la autonomía si no por un miedo terrible a no ser aceptadas o no encajar en un molde irreal. Hoy en día, las redes sociales nos exponen aún más a estos estándares de belleza inalcanzables, afectando a mujeres y a niñas desde una edad cada vez más temprana” asegura Angélica Contreras, vocera de Mujeres Vivas, Mujeres Libres. Estrategias para combatir la violencia estética Para desafiar estos estándares y promover una visión más inclusiva de la belleza, es fundamental tomar acciones como:
- ● ¡Cuestionarnos! ¿Realmente hay una sóla forma de ser bella? ¿Qué tiene de malo envejecer? ¿Por qué opinamos sobre el cuerpo de otra persona? ¿Vale la pena cambiar tu forma de vestir o arreglarte por lo que otras personas piensen?
- ● Educación y sensibilización; hay mucha información en libros, revistas, podcast e internet. Acércate al tema.
- ● Cuida tu salud. Tanto física como emocional. Recuerda que lo importante no es la talla que eres si no que te mantengas sana. Cuida tu alimentación pero también cuida qué contenidos consumes. Si llegas a tener pensamientos negativos, platícalos y si es necesario busca ayuda profesional.
- ● ¡Ámate… es un acto de rebeldía! Promueve el amor propio y ejércelo… Aceptarnos como somos sin importar los estándares sociales es clave… no sólo para combatir la violencia estética, sino para vivir plenamente. “Nuestra belleza no se define por los estándares arbitrarios impuestos por la sociedad. Al cuestionar y desafiar estos ideales, podemos empezar a construir un mundo donde la belleza y el valor no dependan de cumplir con un molde estrecho, sino de nuestra autenticidad y fortaleza” nos aconseja Angélica Contreras. ¡Celebra tu verdadero yo y alza la voz contra la violencia estética!