Estuve de vacaciones en Cancún durante esta semana, disfrutando de la belleza caribeña de tan hermoso destino y liberando tortuguitas por las noches, para hacer consciencia ambiental (jejeje, en medio de tanto desarrollo no sé si suena a chiste). Cancún sigue siendo invitador y fascinante, pero me topé con un par de decepciones que les voy a compartir, porque si no me estoy quejando no estoy a gusto…
Nizuc Resort, de lo mejor
Apenas en mayo de este año se inauguró Nizuc Resort & SPA, un complejo hotelero y residencial de Grupo Las Brisas, estrenado apenas en mayo por el Presidente Peña Nieto, y que pertenecía originalmente a Manuel y Jorge Alberto Bribiesca, hijos de Marta Sahagún de Fox.
Por problemas de uso de suelo e ilegalidades en la densidad de la zona (manglares frágiles y poco sostén del estero, ¡gulp!) les fue detenido, y finalmente lo adquirió Las Brisas (bueno, dicen mis cuates de Proceso que aquellos siguen siendo socios).
Está ubicado junto a la reserva Nizuc (con todo y arrecife al lado), en una zona privilegiada por la vista y por la serenidad del mar. Muy bonito y elegante, pero lo interesante de este resort es la propuesta gastronómica.
Tiene cinco restaurantes de especialidades: Ni, peruana; R, mexicana; Terra Nostra, mediterránea; Indochine, asiática, y La Punta, de frutas del mar; todos a cargo del chef Vincent Wallez, quien es absolutamente francés pero tiene un rato viviendo en Cancún, a donde llegó persiguiendo a su novia mexicana, Irais, oriunda de esta costa, quien hoy es su esposa y con la que tiene una nena.
Además de los restaurantes de los hoteles de alto lujo como el Westin o del Ritz Carlton, o el famoso Thai Lounge en La Isla, si queremos un restaurante sofisticado y de alto lujo en Boulevard Kukulcán, les recomiendo totalmente Ni, donde considero que el chef Wallez está haciendo un trabajo de lo mejor. Los ceviches son formidables y amé la frescura del atún sellado. Me sorprendió gratamente y recomiendo descubrirlo.
Sin oferta gastronómica
Pero voy a ser sincera, luego de una semana ahí, me pareció que Cancún está muy por detrás de la ola culinaria del país, inclusive del resto de la Riviera, que ya tiene sus buenos intentos, sobre todo en Playa del Carmen.
Es el auténtico colmo que, siendo un destino top en el mundo, los restaurantes más “importantes” de Cancún y los que recomiendan a los turistas sean Puerto Madero y Harry’s (¡El horror!). Entre estos y el extinto Lorenzillo’s, que era el hit anteriormente, no encuentro diferencias…
Hay otros restaurantes del estilo, de empresarios locales, como Cenacolo en Plaza Kukulcán (es solo una de tres sucursales) Casa Roland y Mare; todos, del mismo grupo. Son relativamente recientes. De estilo tradicionalistas (comida mediterránea, zzzzzz), buenos para convivir y comer una muy rica langosta con pasta, para luego seguir cotorreando la onda antes de ir al bar o al antro. No más.
Un chef de lujo
Seguí martirizando a mi familia recorriendo todos los restaurantes cancunenses hasta que recordé haber leído sobre un restaurante de cocina de autor. De hecho se llama Cocina de Autor, en el centro.
El creador es el chef argentino Cristian Morales, quien se hartó de trabajar por resorts de todo el mundo y se estableció en Cancún hace más de una década. Vive en una reducida zona residencial en el centro, en Avenida Xpuhil; pero ojo, no es el mismo que está en Grand Velas Riviera Maya, que montaron Bruno Oteiza, Mikel Alonso y Xavier Pérez Stone. Se llaman igual, pero nada que ver.
El de Morales está, literalmente, en el primer piso de su casa. Para cuando llegas ya te quieres comer hasta el mantel. Pero vale la pena ir hasta allá para probar su carta de comida mexicana con algunos toques exóticos, como el lechón al horno en chimichurri de chaya; el aguachile de callo con aguacate o el rack de venado con chimole. Tiene una amplia carta de vinos y su saloncito patrocinado por Veuve Clicquot. ¡Vaya fino colofón!
Luego de mi recorrido culinario, concluí que tanto Cristian Morales como Vincente Wallez, tan opuestos en forma, en mi opinión muy personal, son la mejor apuesta que tiene Cancún para crear un prestigio gastronómico. Fuera de ellos la verdad, no hay gran cosa.
Al shopping en Miami
Un rollo similar sucede en el tema de compras. Me contaba mi amigo el productor Víctor Limón (ha trabajado para Discovery Channel y TDN con su equipo de última tecnología, por si ocupan) que los empresarios y los poderosos de Cancún se van los fines de semana a Miami o a veces hasta un mes de vacaciones, “y es ahí donde hacen su shopping”.
Sí, Miami y Cancún están realmente cerca, a una hora en avión, y al parecer, las playas turquesa los aburren o se saturan de los turistas y los resorts. Jejejeje, la verdad no entiendo el punto de irse de una playa a otra, Limón dice que las tiendas de lujo en Cancún son para turistas, por el libre puerto.
Como visitante, creo que lo mejor de Cancún son las boutiques de productos locales como Xbaal, Perlas Delmar y las boutiques de playa donde encuentras marcas de bikinis Gottex o Agua Bendita, y claro, The Concept Store en Luxuy Avenue, la tienda exclusiva de firmas de diseñadores latinos. Me dio enorme gusto poder ver colgadas en un rack y poderme probar las prendas de Rolando Santana, David Salomon y los bikinis Llena eres de Gracia. Me compré uno.
Por lo demás, no me topé con los grandes descuentos en duty free, aunque algunas tiendas que en el D.F. no los manejan, sí tenían rebajas, como Tous o Caroina Herrera. Me gustaría ver más productos hechos en México y menos tiendas de lujo, que ni venden –estaban vacías– y, claro, muchas más propuestas de cocina, que no sean grandes cadenas dentro de los hoteles.
Cancún es una joya que no debemos descuidar, aunque esté ultra desarrollada. No la discriminemos (huyendo a Miami, por ejemplo…).
¡Nos leemos la próxima semana!
*Gabriella Morales-Casas. Nació en la Ciudad de México. Estudió en el Colegio Green Hills antes de embarcarse a España para estudiar Literatura, aunque en realidad se dedicó a ir al futbol, fumar puros, beber buen vino y andar de shopping; al volver a México siguió sus estudios en la UNAM y en el Centro de Capacitación Cinematográfica mientras trabajaba en prestigiados medios audiovisuales e impresos especializados en deportes, cultura, estilo de vida y sociales, entre ellos Deporte Ilustrado, Día Siete, Mujer Ejecutiva y Estilos de El Universal. Celebra ya 21 años en el periodismo (no es botox, es que empezó a los 15 años). Actualmente escribe para las revistas Revolution, Life & Style, Caras, Marie Claire, Goodhousekeeping, Gente, Forbes Life y los suplementos Consentido y Mundo VIP de El Universal. En sus ratos libres todavía hace guiones de cine y cuentos infantiles (no sabemos por qué).