Reconocido como Mejor Largometraje en el Festival Internacional de Cine Latinoamericano de Biarritz (Francia), Mejor Película en el Festival Internacional de Guadalajara y Mejor Largometraje en el Festival Internacional de Cine de Morelia, mañana jueves se estrena la cinta Workers, ópera prima del joven cineasta José Luis Valle, egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos.
La cinta se estrena mañana jueves 7 de agosto en Cinemex, Cinemanía y Cineteca Nacional
¿Es la bondad o la maldad inherente al espíritu humano? Para José Luis Valle, quien relata a manera de comedia negra, la vida de dos trabajadores víctimas de abuso y malos tratos a lo largo de 30 años por parte de sus empleadores, esta condición es circunstancial.
Lejos de ser un manifiesto sobre la clase trabajadora oprimida, Workers aborda temas como la soledad, el amor, el trabajo y el azar; “la idea me vino cuando en una plática mi padre dijo: ‘ya no puedo hacer planes a largo plazo’”, entonces comencé a pensar en personas limitadas por su condición social que, por varias circunstancias, no tienen forma de ascender”, revela el director egresado del CUEC.
Valle describe el filme como la historia de vidas ordinarias que enfrentan situaciones extraordinarias. Dice que la cinta surge de una inquietud personal, pero el hecho de que haya conectado con audiencias en distintos países es porque estas situaciones le pueden ocurrir, en cualquier parte del mundo, a la masa trabajadora. Por ello, el filme mereció el Colón de Oro que le otorgó el jurado del Festival Iberoamericano de Cine de Huelva por considerar que es la película que mejor retrata el escenario actual iberoamericano.
“Quise crear historias que no fueran ni de personas jóvenes ni exitosas, intercaladas con la exploración sutil de temas como la migración, el tiempo y los eventos que ocurren al interior de las personas ante escenarios adversos”, comenta.
No es una película de buenos y malos, son historias de vida contadas con matices, “los personajes hacen cosas terribles orillados por la situación”, advierte.
La primera historia se centra en Rafael Heredia (Jesús Padilla) un subalterno salvadoreño que espera ansioso su jubilación, luego de trabajar durante varios años en una empresa, derecho que le es negado por lo que emprende un boicot en contra de la transnacional y de sus empleadores.
A José Luis Valle le interesaba contar la situación de los migrantes centroamericanos en México, que no es una realidad menos dramática que la de los mexicanos en Estados Unidos, además de ser un tema que casi no ha sido explorado en el cine, pero su visión no es resultado de un drama o tragedia, sino de una comedia con un guiño kafkiano; en Francia fue considerada una fábula social.
El segundo relato revela la vida de Lidia (Susana Salazar) empleada doméstica que ha dedicado gran parte de su vida a cuidar a su patrona enferma y decrépita que, al morir, deja como heredera única de todos sus bienes a su perra de raza galgo llamada Princesa acostumbrada a pasear en un Mercedes Benz y comer Roast Beef.
La creación de estos personajes tiene su origen en hechos reales, indica Valle, “son rompecabezas, pequeños frankenstein surgidos a partir de cosas oídas y vistas sobre distintos temas”.
Dice que concretamente el caso de Rafael es real, le ocurrió a un amigo de mis padres en Estados Unidos con una trasnacional y el otro es construido a partir de un caso que ocurrió en Alemania, donde a un perro le heredaron 300 millones de pesos.
Actualmente José Luis Valle trabaja en el desarrollo de un largometraje ubicado en el contexto de la guerra civil en El Salvador.