No cabe duda que los niños son lo más hermoso que hay, su amor y ternura llenan nuestras vidas de momentos inolvidables. Y nada más memorable que verlos ilusionados cuando reciben un peluche pachoncito que los llena de amor, como lo son sin duda alguna los animales de Build a Bear.
Nacho Serna y Lili Simón, PR´s de la marca me llamaron hace un par de semanas, ya que estos ositos acaban de sacar su nueva línea de moda, y de personajes para este verano, por lo que las niñas y niños que ya tienen sus ositos, pueden ahora ajuarearlos con lo último en trajes de baño, shorts, camisetas, y porque no, unos patines super rebecos para vivir toda la emoción de las vacaciones!
Mi hija tiene ya 21 años, por lo que imaginé que no le haría tanta ilusión como a mis pequeños sobrinos Renata y Patito, el ir a conocer la marca, por lo que rápidamente llamé a su mamá, invitándola a compartir la experiencia de ir todos por primera vez a este magnífico centro de amor, y les digo amor, ya que una vez ahi vi, tanto a mi sobrnitia que es muy chiquita, como abrazaba su oso, al tiempo de como entraban muchos papás y mamás con sus hijos y verdaderamente las muestras de cariño hacia los animales de peluche que vimos fueron increíbles! Y es por este lazo de cariño es que Maxine Clark, la fundadora ha vendido miles de ositos alrededor del mundo, convirtiendo a la compañía en una de las mejores empresas para trabajar según la revista Fortune.
La verdad quedamos impactadas por la cantidad de outfits que cuelgan de esta tienda! Magníficos tutus y balerinas con chaquiras multicolores, disfraces del Capitán América, del Jedi, zapatillas de cristal, botitas increíbles de campamento y los más tiernos boxers de bearboxer que jamás haya visto. Ayer, si volví a ser niña. Para esta temporada de verano los creadores de estos personajes nos presentan toda una gama de trajes de baño tanto para ellas como para ellos, por lo que si tus hijos quieren vestir a sus Princesas de Disney, o a la colección de animalitos del mar, de la cual quedé enamorada del tiburón, ahí encontrarás todo lo necesario para partir a la playa con tus niños felices. También encontrarás la colección de Mi Pequeño Pony o de las Princesas de Disney, las cuales tienen originales y hermosos vestidos y diademas.
Los invitados que asisten a cada una de las tiendas, se maravillan del fantástico mundo que Build-A-Bear Workshop ha creado para ellos, donde más que una tienda de obsequios, se tiene la oportunidad de crear un peluche con gran contenido sentimental, ya que el invitado tiene la oportunidad de escoger la piel que más le guste, decidir que tan pachoncito lo quiere, si, ponerle su corazón, latidos, mensajes de voz propia, o vestirlo como más le agrade. Nos encantó como los encargados de la tienda tratan a los niños, y como les ayudan en esta primera experiencia a escoger el peluche que más les guste, llevarlos a la máquina de rellenado en donde con sus pies ayudan a que la máquina hecha aire logrando rellenar su peluche. Más adelante, en unas cajitas, encontramos corazones de puntitos o cuadritos, a los cuales los niños les pondrán su buena vibra con un besito y frotándolos. Una vez introducido el corazoncito, cierran al osito e inmediatamente como un bebé, se le lleva a la sección de bañado. Ahí los niños interactúan con su nuevo amigo, bañándolo y secándolo para que quede listo para ser vestido. Y como es temporada de verano, los outfits más cool están listos para ser descolgados! Vestidos de colores, cientos de accesorios, como gafas de sol, pantuflas, cochecitos, patinetas y patines, que harán que los ositos se vean espectaculares!
Así, los niños experimentan 8 momentos en las diferentes estaciones que llevarán a la creación y personalización de su peluche. Elígeme, Escúchame, Relléname, Cóseme, Espónjame, Vísteme, Ponme nombre y Llévame a casa, ritual que termina con la participación de todos los que están en la tienda y un aplauso. Una cosa que me gusto es que los peluches tienen garantía de 90 días, y en su interior llevan un código de barras el cual, si el peluche de tu hijo se pierde y alguién lo encuentra, lo puede llevar a cualquier tienda y ahí, escannean el peluche para saber a quién pertenece. Que detalle no?
De verdad, que padre ser niño, en mis épocas hubiera querido un ejercito de peluches comenzando por la coneja con tutu y zapatillas de ballet, simplemente genial.