Los residentes en la Ciudad de México disfrutan desde hace unos cuantos días de su nueva atracción, el imponente Aquarium Inbursa, considerado el mayor acuario de Latinoamérica.
Los focos y las luces, merecidas por cierto, han hecho que por un momento perdamos de vista que en México existen otros acuarios que merecen ser visitados, y que nos ofrecen una enorme variedad de especies y de actividades vinculadas con el mundo marino.
Uno de ellos es el Acuario de Mazatlán, que cuenta con varios programas para la conservación de especies, como el de la Tortuga Marina, el Pelícano Pardo, el Pato Pichichin, Tortugas y Mamíferos Varados o el de la Guacamaya (loros y papagayos).
El acuario ofrece múltiples actividades para grandes y niños, con la premisa de que el público «aprenda a respetar el ecosistema marino del cual dependemos y somos parte intrínseca a través del conocimiento de las especies marinas”, aseguran sus responsables.
Así, son varios los estanques del lugar, como la Pecera Oceánica, con 1,600,000 litros y considerado como el más grande de Latinoamérica. Alberga variadas especies Rayas, Tiburones Limón, Pargos, Peces Mariposa, Jureles, o Pez Mero Gigante.
Otras 34 peceras de agua salada son el hogar de especies como el Pez Payaso, el Pez Cirujano, el Caballito de Mar, la Damisela y otros, además de una sección de agua dulce con Peces Gato, Catanes, Pez Pulmonado, Saltarines del Fango, etc.
Pura adrenalina
Entre la amplia oferta de actividades, sin dudas la mayor atracción la constituye el nado con tiburones, rayas y lobos marinos, además de la posibilidad de alimentar a peces y tiburones sumergidos en una cápsula de acrílico.
También se puede realizar snorkel en el tanque de las rayas, un espacio de 350 mil litros donde viven seis especies diferentes de rayas: mariposa, redonda, látigo, chilena, violácea y tecolote.
El Acuario de Mazatlán también cuenta con exhibición de buceo, exhibición de Lobos Marinos, exhibición de aves tropicales protegidas y también de animales cazadores, como el mapache, las serpientes o las aves de presa.
Además, el acuario es el único que cuenta con un Ranario, donde se pueden admirar especies como la Rana de Zacate, el Sapillo de Espuelas, la Rana Pinta, la Rana Verde, el Sapo Gigante o el Sapo de Mazatlán.
Por otra parte, un Cocodrilario guarda seis especies en peligro de extinción, mientras que el Aviario resulta atractivo por su colección de loros, pericos, palomas, patos, codornices, pavorreales, pelícanos y gallos.
Además, una jornada en el Acuario de Mazatlán puede completarse con la visita a exposiciones de huesos de mamíferos marinos o caracoles, y su gran Jardín Botánico, con especies de México, África, Florida (EUA), India, Japón, Venezuela o China.