En una ceremonia oficial, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, en calidad de donación a la ciudad, recibió del artista Jorge Marín la escultura Alas de México.
“Oficialmente, las «Alas de México» de la avenida Paseo de la Reforma son ya suyas, de todos ustedes, de todos las que las quieran usar”, escribió Jorge Marín en su cuenta de Facebook.
La exhibición de Alas de la Ciudad comenzó en 2010 con la exposición de 134 obras monumentales sobre la galería a cielo abierto en que se ha convertido tradicionalmente el camellón de Paseo de la Reforma, en el tramo paralelo al bosque de Chapultepec. Sin embargo, una de las piezas, Alas de México, fue la consentida de la muestra.
En estos más de tres años, las alas han sido disfrutadas por más de 43 millones de paseantes y turistas nacionales y extranjeros; y más de 5 millones de ellos han compartido sus fotografías en las redes sociales, ocupando el puesto número uno en México como lugar más fotografiado del país.
Alas de México es ya patrimonio cultural de la Ciudad de México, lo era desde que la primera persona la miró y se puso las alas. La población la recibió con cariño y la hizo suya. Lo entendió el escultor Jorge Marín al ver su obra reinventada cada vez por una o un ángel distinto.
A partir de ello, formuló el programa “8 Ciudades, 8 Culturas”, cuya misión es vincular para siempre a México con otros países instalando una réplica de Alas de México en ocho ciudades del mundo representativas de la humanidad, en que se espera reeditar la experiencia de adopción social de la escultura.
El programa “8 Ciudades, 8 Culturas” es una alegoría de hermandad entre culturas a través del arte, representada por un símbolo universal de libertad. La obra de bronce Alas de México cuenta ya con dos réplicas, una en Tel Aviv y otra en Berlín, además de proyectar su aterrizaje en Shanghai, Rio de Janeiro, Sidney, así como en alguna ciudad de África y otra de América del Norte.