La revista Frente nos invitó a realizar un recorrido gastronómico en el marco de Mextrópoli y de la mano de Sabores México. Qué mejor momento para hacerlo ahora que la ciudad estará con menos gente.
Nos reunimos en la escultura de El Caballito para salir a nuestra primera parada. Cruzamos la calle y llegamos al local donde nacieron las primeras tortas de la ciudad de México ubicadas en esquina de Humboldt y Colón: “Tortas Armando” se dice que de aquí salieron las primeras tortas de la ciudad que hoy dirigen otras generaciones de Armando, su creador.
Camino a la segunda parada pasarás por la Alameda Central, en la que puedes aprovechar para ver los paisajes de la renovada plaza, y el hemiciclo a Juárez, inaugurado en 1910 y creación del Arquitecto Guillermo Heredia. El conjunto escultórico fue obra del italiano Lazzaroni.
Pues bien, te sigues caminando y te diriges al barrio chino, en el que puedes aprovechar para buscar los cásicos souvenirs de las tiendas y visitar el Arco Chino.
El historiador Francisco Ibarlucea, relata que en 1925 se establecieron en el Distrito Federal los primeros pobladores chinos, algunos de ellos provenientes de ciudades con alta concentración oriental como Mexicali y Tijuana, los cuales emigraron a la ciudad tras la Revolución Mexicana.
Tras su asentamiento en la Ciudad de México, los residentes orientales empezaron a fundar comercios como lavanderías y cafeterías.
Por esta misma coordenada en la calle de Ayuntamiento casi esquina Lopez encontrarás El Caguamo, un lugar dedicado a los mariscos pero especialmente a las enormes y suculentas tostadas, además de sus espectaculares ceviches. No venden cervezas, pero pide el clásico caldo de camarón que constatamos es de los más ricos de la ciudad (sin pretensiones y con lo necesario para ser rico)
Siguiendo con el recorrido nos dirigimos al Mercado de San Juan, no sin antes visitar la hermosa Plaza de San Juan en la que se encuentra un edificio histórico que antes era una fábrica de tabacos.
La siguiente parada amerita tiempo y capacidad de asombro. Se trata del Mercado de San Juan ubicado en la calle Ernesto Pugibet 21. Vale la pena que te tomes tiempo para esta coordenada en el Centro Histórico, ya que hay mucho que ver y que comer. Nosotros nos paramos por unas tapas en la famosa «Jersey» (local 195). Este local repleto de quesos y carnes frías cuenta con una de las variedades de quesos más extensa de la ciudad, pero además ofrece degustaciones gourmet acompañadas de vino tinto.
Te recomendamos que preguntes por la señora que vende flores comestibles que además te puede preparar una para comer ahí mismo rellena de crema y mermelada.
Para cerrar la aventura gastronómica en el Centro Histórico te recomendamos hacer un descanso en la cafetería Gradios Deli-Café ubicada en Luis Moya 115 que cuenta con exclusivos métodos para preparar café entre los que destacamos: dripper, el sifón japonés, el aeropress y el chemex.