Sensación. Eso causó la primera dama Angélica Rivera, conocida coloquialmente como “La gaviota” (no ofende, así le dicen), en la subasta Duerme Tranquilo que organizaron Silvia Rojo y Rosaura Henkel en el hotel Aqua en Arcos Bosques.
La idea era que varias personalidades socialités intervinieran cojines para sofá y que luego se vendieran en esta puja para beneficiar a pequeñitas con el Síndrome Turner, para lo cual se juntaron varias asociaciones y fundaciones unidas en esta única ocasión para beneficiarlas a lo grande, y lo lograron, que es lo realmente importante.
Para lo no importante estamos nosotros (digo, amamos el glam pero el objetivo es recaudar lana para ayudar) y sin duda, fue EL evento de lo que va del primer semestre del año. Ahí nada más les van unos cuantos nombres cualesquiera… Eugenio López, Carlos Peralta y Mariana Tort, Patricia Coello de Velasco, Carlos Hank, Daniel Goñi, Juan y Doris Beckmann, Miguel Ortiz Monasterio, Lulú y Pablo Creel, Luisa y Clemente Serna, Pepita Cuevas y Sofía Aspe.
Ah, y Anahí (es sarcasmo).
La que nuuuunca va a nada y por eso acaparó los flashazos, para descontento de la anterior citada, fue Paulina Peña Pretelini fue en plan discreto con un vestido azul marino, para no opacar (intencionalmente, al menos) a su hermanastra Sofía Castro (que también fue ayer a los premios Marie Claire muy en perfil bajo).
Pero he de decir que la más guapa de la noche fue Ludwika Paleta de Salinas. Qué hermoso outfit y qué manera de lucirlo. Soy su fan.
Llevaba un vestido biclor con cinturón metálico, compuesto de falda A negra y top rojo; el carmín es lo de hoy; Eva Saba y Ana Cabezut también ibas rojo y se veían espectaculares.
Primero hubo una presentación y luego una cena, luego de la cual se llevó a cabo la subasta que terminó hasta pasada la media noche. Angélica Rivera se fue antes, pero no se crean que taaaaan antes, si estuvo muy animada en la fiesta conviviendo con todo el mundo y pasándoselo bomba como en sus tiempos de celeb. Eso es tener buen carácter y no cambiar, básicamente, eso es que no “se te suba”.
Los gajes del Estado Mayor
Es muy divertido cuando ella acude a algún evento porque el Estado Mayor Presidencial hace todo un movimiento notorio. Al principio del mandato de Enrique Peña Nieto también acompañaban a todo a Sofía Castro, hasta cerraban las tiendas y los showrooms de los diseñadores cuando Gaviotita iba, pero ya son más discretos; obvio la acompañan, pero la resguardan de modos menos llamativos.
En el Aqua, el Estado tenía resguardada con vallas la explanada del hotel, y no podías acceder al valet parking si no tenías la invitación en mano.
También cuidaron, por supuesto, los dos acceso peatonales y ubicaron dos filtros antes del salón. Pero además, había personal en los baños, en los pasillos y hasta en las tiendas de Arcos Bosques. Ahí andaban muy paseadores algunos miembros del Estado Mayor y hasta vieron algunas prendas en los escaparates de las boutiques.
En el lobby del Aqua vi a dos muy ocupados con sus smartphones, más aburridos que un niño en clase de matemáticas. Todos muy amables, eso siempre lo tengo que decir. No como los cadeneros de los antros o los guarros de los empresarios, que van echando lámina en las calles o empujando gente en los centros comerciales y eventos.
O sea, el Estado Mayor se porta siempre de maravilla, incluso dentro del salón, porque las invitadas se lo pasaron merodeando la mesa de Angélica Rivera para saludarla o hacerse una foto con ella y eran bastante amables para organizar las fotos.
Si bien es cierto que una personalidad así atrae mucha gente, también tiene sus bemoles, porque toda la atención está sobre ella y… y Rosaura…y, y…who? Oooops, eso es lo malo, que de ti ni tu propósito ni tu producto nadie se acuerda.
Mercedes Benz
Ocupándonos de la semana de la moda en México, voy a decir con toda honestidad ¡qué tiempos aquéllos cuando el MBFW era el place to be seen de la moda! Cuando empezó…La neta: ya estoy harta de ver siempre a los mismos diseñadores, no pasa nada con nadie, la gente no les compra las colecciones cuando bajan de la pasarela y, en resumidas cuentas, son como un disco “nuevo” de Luis Miguel…
Ahora, ¿por qué pasa esto? Porque como bien sabemos, no hay apoyos estatales ni programas de subsidio que obligue a las empresas proveedores de la materia prima de los diseñadores, que son las telas, a otorgarles precios no públicos; en resumidas cuentas, no hay textiles con qué trabajar.
Luego, la distribución es inexistente; las departamentales cobran mucho por dejarlos estar en sus tiendas y la utilidad para el creativo es nula. Si montan su boutique se los come la renta y la única opción que queda es un showroom…generalmente en su casa.
Los patrocinadores son, por lo tanto, dios sobre la tierra, quienes pueden poner el capital o la plataforma para darlos a conocer; eso es MBFW, eso hace American Express. El problema es que al apagar el reflector del gran evento, no hay más vida para el diseñador que esperar al próximo año a volver a estar bajo el mismo foco, haciendo lo mismo hasta el fin de los tiempos (o del patrocinio).
Por ejemplo, ¿saben cuánto le costaría a cada diseñador si pagara al cien por ciento su desfile? 400 mil pesos, mínimooooo. Nadie los tiene. Nadie. Ni Pineda Covalín, porque prefieren invertirle a la manufactura y al crecimiento de su negocio que a la pasarela; ellos ya no lo necesitan, además. Están tablas.
Pero David Salomon patrocinado por AMEX sí,por ejemplo; entonces, hace lo que hizo después de aparecer en MBFW: una venta privada al día siguiente aprovechando la emoción de quienes fueron al desfile. Así, en caliente, como dice el vulgo pero que no podía ser más pertinente.
Fue en el Hotel Habita (Rafa Micha es otro entusiasta patrocinador y partner que siempre ayuda, siempre pone el hotel para apoyar a la moda, la cultura y el arte mexicanos. Siempre, de verdad hay que reconocérselo), y quienes acudieron al desfile recibieron la invitación y pudieron comprar creaciones vistas en la pasarela el día anterior…
Pero ojo: no a precio de lista, no con variedad de tallas, porque las colecciones se presentan para la plataforma, no se hacen producciones para venta en serie. Es decir, hizo una elegante venta de garaje. Se oye rudo y fuerte, pero es la verdad, como también lo es que fue una brillante idea. Lo felicito porque se le prendió el foco.
Digo, de que se le quede la colección empolvándose en su casa y que se la acaben las coordinadoras de moda en las portadas (el vestido de plumas de Gianfranco Reni pasó por tooooodas las revistas de moda en dos años y hasta se lo acabaron rompiendo sin querer queriendo), a que se venda, recupere o no en costos, ¡que se venda! ¡Que salga! ¡Que alguien se lo ponga!
Bajando la pasarela la chamba es del diseñador. Un ejemplo de tesón es mi querido Kris Goyri, que solito (bueno, con su manager y operador comercial que es el también adorado e inteligentísimo Jorge Ríos), han logrado colocarlo en el gusto de las socialités mexicanas, que no piden prestado, sino que le compran.
Kris vende en su showroom, se produce sus propias pasarelas y adapta sus modelos a las tallas de sus clientas. Yo tengo prendas de Kris y no soy talla 4…O sea, sabe hacer ropa ponible.
Aun así, hay que aplaudir el esfuerzo del MBFW por poner en la palestra a los diseñadores mexicanos, aunque insisto, hay que ser más exigentes con la cartelera, ya hemos criticado hasta el cansancio que hay diseñadores que no están a la altura de esa o de ninguna otra pasarela patrocinada, y que hay que poner el listón más alto.
Por último, quiero felicitar a Ariadne Grant, directora de Marie Claire, y a su coordinador editorial, Pedro Zurita, por los Premios de Belleza Marie Claire celebrados en el hotel Westin Santa Fe, donde la supermodelo Hillary Rhode fue la estrella, y los invitados respondieron con entusiasmo y buenísima actitud.
Un abrazo a todos los involucrados.
¡Nos leemos la próxima semana!
Columna de Gabriella Morales-Casas
*Gabriella Morales-Casas «Nació en la Ciudad de México. Estudió en el Colegio Green Hills antes de embarcarse a España para estudiar Literatura, aunque en realidad se dedicó a ir al futbol, fumar puros, beber buen vino y andar de shopping; al volver a México siguió sus estudios en la UNAM y en el Centro de Capacitación Cinematográfica mientras trabajaba en prestigiados medios audiovisuales e impresos especializados en deportes, cultura, estilo de vida y sociales, entre ellos Deporte Ilustrado, Día Siete, Mujer Ejecutiva y Estilos de El Universal. Este año celebra su 21 aniversario en el periodismo (no es botox, es que empezó a los 15 años). Actualmente escribe para las revistas Esquire, Caras, Marie Claire, Forbes, Goodhousekeeping, Gente y los suplementos Domingo, Consentido y Mundo VIP de El Universal. En sus ratos libre todavía hace guiones de cine y cuentos infantiles (no sabemos por qué).