Dos mil 688 triángulos de cristal dan a la Bola de Vidrio de Times Square su brillo característico, incluido un panel creado por una niña hispana de 12 que se curó de cáncer, y que ya se encuentra lista en un rascacielos de Nueva York.
Todos los años, los cristales Waterford que forman la cubierta de la enorme esfera son reemplazados por piezas nuevas, y esta año es un caleidoscopio que refleja la luz en 16 millones de colores a medida que la esfera baja por un eje al filo de la medianoche, iluminada desde dentro por 32 mil 256 poderosos diodos.
Sin embargo, un panel de vidrio se destaca del resto, creado a partir de un dibujo presentado por Coraliz Martínez, que fue tratada por cáncer de los huesos en el Hospital Infantil de Investigaciones St. Jude’s en Memphis, Tennessee en 2011.
El dibujo coloreado a lápiz de la niña tenía una rosa, que Fred Curtis, escultor maestro de Waterford, copió sobre vidrio y cortó con un diamante.
«Quería que el diseño fuera lo más parecido posible al dibujo», dijo Coraliz, que vive en Alabama, y quien ya no padece ese mal.
«Los artesanos de Waterford demoran aproximadamente un año para crear los cristales que se usan en la esfera», dijo Curtis.
Un grupo de especialistas de Landmark Signs and Electric, una compañía que también da mantenimiento a las pizarras electrónicas de Times Square, se encarga de acoplarlos al marco de metal de la esfera, una tarea que demora dos semanas.
Dos empleados, Nick Bonavita y Nick Russomanno, atornillaron los últimos paneles ante las cámaras de los fotógrafos, asegurando que hasta el momento no han dejado caer ninguna. «Hasta ahora tenemos un récord perfecto», afirmó entre risas.