Obras pictóricas originales de 20 artistas como Salvador Dalí, Pablo Picasso o Joan Miró conforman la exposición «Arte Gráfico del Siglo XX», que acaba de abrir sus puertas en el edificio central de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) .
Mediante un convenio entre el rector de esa institución, Humberto Veras Godoy y el presidente de la Academia de Arte de Florencia, Fabio Caselli, esta exhibición está abierta a la comunidad universitaria y público en general, en la Galería del Centro Cultural Universitario «La Garza».
El también presidente de la Accademia Musicale di Firenze en Italia y embajador único de la Cultura de Florencia en el mundo, manifestó que el convenio firmado es histórico, por el nivel de importancia de la UAEH, además de ser el primero para la Academia que representa.
Con esta muestra comenzará un viaje cultural importante tanto para Italia como para México, así como dar el significado al acuerdo como un puente entre continentes, precisó.
El acuerdo establece la cooperación entre ambas instituciones, a fin de lograr el máximo aprovechamiento de recursos humanos, materiales y financieros, en donde, los principales beneficiados serán los alumnos y profesores del Instituto de Artes, por medio de la movilidad e intercambio académico y estudiantil.
El minotauro de Picasso
Por su parte, la Fundación Juan March inauguró «La Minotauromaquia», muestra de la producción gráfica de Pablo Picasso dedicada a la figura del Minotauro.
Tras exhibirse en los museos de Palma y Cuenca, la muestra está acompañada por 15 estampas de la «Suite Vollard», además de la colección completa de la revista surrealista Minotaure (1933-1939) y obras literarias.
Según Las Metamorfosis de Ovidio, el Minotauro era un ser mitad hombre, mitad toro nacido de la unión bestial entre Pasifae, mujer del rey Minos, y un toro. Minos encerró a la bestia en un laberinto, construido por Dédalo.
Picasso eligió la figura del Minotauro como su alter ego y recreó un viejo mito en un mito nuevo, contemporáneo.
De este modo, la «Suite Vollard» y «La Minotauromaquia» pueden «leerse» como un diario artístico de los complejos avatares de su vida durante la década de los treinta.