Serbia y Francia disputan, a partir de este viernes, una final inédita de Copa Davis en la que el país balcánico podría conquistar su primer título como país independiente, tan sólo tres años después de ascender al Grupo Mundial.
El equipo de Novak Djokovic logró el ascenso a la elite al vencer a Australia en la repesca de 2007, y en tres temporadas ha logrado clasificarse para su primera final gracias al empeño del número tres del mundo, clave en todas las eliminatorias.
Francia, por su parte, buscará su décimo título y no teme el hecho de jugar a domicilio debido a las grandes actuaciones de sus jugadores ante España, campeona en 2008 y 2009, y Argentina, a las que vencieron por sendos 5-0.
Liderados por Djokovic, los serbios tienen el mejor equipo de su historia con Janko Tipsarevic, autor de dos puntos decisivos en las semifinales contra la República Checa (3-2), Viktor Troicki, y Nenad Zimonjic, número tres del mundo en dobles.
Por otra parte, Francia acude liderada por Gael Monfils, número doce del mundo, y con la baja de Jo-Wilfried Tsonga por una lesión de rodilla. Sin embargo, los pupilos de Guy Forget querrán volver a dar la sorpresa como ya hicieran en la hierba de Australia en 2001, en su última final.