A pesar del reciente anuncio del embarazo y del lanzamiento de su nueva línea de ropa “Lucy in Disguise”, la cantante Lily Allen no se pudo resistir a saltarse el reposo recomendado para futuras madres y ha decidido echar un pulso al gigante tecnológico Apple.
El motivo de la disputa no tiene que ver con su música, como podría pensarse, sino algo más sencillo. Hace unas semanas el ordenador de Lily había sido hackeado y comenzó una investigación para conocer quién estaba detrás del ataque.
Como pasado un tiempo no encontró al responsable, decidió demandar a Apple, dando a entender que no había ayudado lo suficiente en la búsqueda del hacker, según recoge el periódico británico “The Sun”.
Habrá que esperar cómo se toma la noticia el CEO de Apple, Steve Jobs, cuando reciba la noticia de la demanda, que fue interpuesta la semana pasada en un juzgado de Londres.