Las celebrities están cerrando sus cuentas de Twitter ya que ven que los seguidores no son siempre fans y, a veces, toman sus twitteos en broma. El cantante John Mayer, uno de los grandes usuarios de Twitter con 3,7 millones de seguidores, cerró su cuenta el lunes y, a continuación, una gran cantidad de famosos hicieron lo mismo.
Un ejemplo es la cantante adolescente Miley Cyrus, que borró su cuenta hace un año, persuadida por su novio Liam Hemsworth. También, la estrella de Hairspray Amanda Bynes borró la suya la semana pasada sin decírselo a sus seguidores. A principios de mes, la estrella de Disney Demi Lovato escribió en Twitter que lo abandonaba porque «el acceso que otros tienen me resulta incómodo«.
Robert Thompson, profesor de Televisión y Cultura Popular en la Universidad de Siracusa, indicó que «lo bueno para los famosos era la idea de poder prescindir de mandar un comunicado de prensa y poder llegar directamente a quienes te siguen«.
Por el contrario, muchas celebridades han asegurado que sus tweets son ridiculizados o son utilizados en su contra. Aunque Bynes, de 24 años, no ofreció una explicación, su decisión podría relacionarse a las críticas que recibió por anunciar en esa red social que iba a dejar de actuar a principios de este año y luego decir que «volvía» un mes después.
«Muchos famosos se están dando cuenta de que la familiaridad lleva al exceso de confianza«, dijo Thompson y agregó: «Solíamos pensar que los famosos eran gente distante con la que no podíamos comunicarnos nunca. Twitter cambió eso y algunos famosos se están cansando».
Paul Levinson, autor de New New Media, asegura que: «para algunos, continuará siendo una de las mejores cosas que pueden hacer. Para otros, se ha vuelto una imposición».