Al retrasar más de una hora su show en Irlanda, el público se puso de muy mal humor.
Mientras tocaban «Welcome to the jungle», Axl Rose detuvo la música para hablarle a los presentes: «Si no quieren divertirse, sólo tienen que decirnos. No tenemos ningún problema, nos iremos».
Tres canciones después de ese episodio, y con sólo 20 minutos recorridos del concierto, el grupo abandonó el escenario.
Esto hizo que el público presente en el Arena Dublin O2 comenzara a abuchear a los músicos y a tirar botellas de vidrio al escenario.
Más tarde un encargado de la producción salió a dialogar con los asistentes y aseguró que estaban tratando de que Axl Rose retornara para completar el show, cuestión que finalmente se logró después de una pausa de 35 minutos.
Para entonces, un gran número de presentes ya se había retirado del lugar.