Morelia es una belleza, estoy enamorada de esta ciudad con tanta tradición, cultura y arquitectura que quita el aliento.
Al hospedarnos en el hermoso hotel Cantera 10, me dí cuenta de los conceptos arquitectónicos y del interiorismo en esta ciudad, fusión de la arquitectura colonial, lo antiguo, su historia, el mobiliario precioso digno de museo y arte contemporáneo mezclado con arte sacro y colonial, tienen por ejemplo un biombo que me quitó el aliento con un abolengo y tradición absoluta, los interesantes elementos modernos y un servicio increíble. La suite con vista a la Catedral increíble, que regalo de la vida poder despertar con esta vista prodigiosa.
Hace muchos años no regresaba a Morelia, y al estar ahí, recordé que no debo de dejar de ir, que esta vibrante ciudad siempre tiene eventos increíbles como el Festival de Cine o Morelia en Boca, así como el tradicional evento con las cocineras tradicionales, y que decir de Pátzcuaro y sus alrededores en un Día de Muertos.
Al llegar a Morelia rapidamente le marqué a mi amiga Liz, Morelense de cepa y abolengo y conocedora de los mejores lugares en la ciudad. De inmediato hicimos planes y nos dirigimos a LU Cocina Michoacana, un restaurante familiar ubicado en el corazón del centro histórico de Morelia, cerca de la majestuosa Catedral. Ahí disfrutamos de los sabores tradicionales de Michoacán con ingredientes locales y recetas auténticas y lo mejor de la carta, su Chef Lu, que mujerón tan increíble, story teller nata que nos mantuvo al borde del asiento contándonos las historias de su cocina, sus ingredientes y su familia. “Nuestro menú se renueva cada 6 meses para ofrecerte una experiencia culinaria única“.
En la mesa nos platica Lu, promovemos toda la artesanía y belleza de nuestro estado, el cobre es de San Clara, la cerámica de los vasitos de mezcal preciosos, del restaurante también son morelianos mezclados con una técnica japonesa del pegado que cuenta con un significado precioso, la artesanía que se pone en mesa es un objeto de deseo nos cuenta Lu con un orgullo fantástico y pasión absoluta. Al lograr estos objetos del deseo sean comprados, logramos mover la economía de los pueblos artesanos. Las tablitas donde se pone el pan son de Paracho, famoso por sus guitarras, y por eso la madera la trabajan magistralmente, la vajilla es de Tlacotalpan de la firma Tanzuela, preciosas.
Comenzamos el viaje gastronómico con una cerveza La Bru, michoacana 100%, con un mezcal de Etocuaro delicioso. Y la charla continuó hablando sobre lo hermoso de la gente en las diversas zonas de Michocán que respetan el entorno, lo cuidan, lo protegen.
Lu nos platica que es dicípula de Alicia Gironella, por lo que comulgo con el “slow food“, y tuve la fortuna de enamorarme de los productores y productos Michoacanos, y el saber que podía y quería trabajar con ellos. Por ejemplo la trucha, la jamaica que he incorporado en ensaladas y tacos y muchos otros más que me fascina presentar al público. Por ejemplo la #pescaconfuturo presente en su carta con la trucha en diversas presentaciones como la Trucha arcoiris de Zitácuaro al limón o en coco o bien en xanducata de pulque y hoja santa o a las brasas. ¡Bocato di cardinale¡
El omelette de huitlacohce y el chocolate prehispánico, las enchiladas, el agua de pinole, la trucha arco iris, el plato michoacano, los sopecitos, el chile relleno de uchepo, el chocolate de metate sabor rompope, sope de jamaica caramelizada y muchos otros más platillos fabulosos son la locura ¡que manera de cocinar de Lu¡