La Ciudad de México enfrenta frecuentes contingencias ambientales debido a los altos niveles de contaminación del aire, lo que representa un riesgo significativo para el bienestar de sus habitantes. En las últimas décadas se ha observado un aumento en las enfermedades alérgicas, incluyendo asma y rinoconjuntivitis. Hasta 40 % de la población mundial puede presentar alguna enfermedad alérgica, lo que representa un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen, siendo la contaminación ambiental una de las causas de su presentación.
Y no es para menos considerando que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que en el mundo 1.3 millones de personas mueren al año a causa de la contaminación atmosférica urbana y reconociendo que es uno de los principales riesgos ambientales para la salud en América. La calidad del aire que respiramos tiene un impacto directo en nuestra salud respiratoria y en la prevalencia de alergias, ya que el cuerpo humano tiene mecanismos naturales para filtrar y limpiar el aire antes de que llegue a nuestros pulmones.
“Las fosas nasales tienen la función de filtrar, además de calentar, enfriar y humidificar el aire que respiramos, atrapando partículas y microorganismos que pueden causar irritación, infecciones y reacciones alérgicas, en condiciones de alta contaminación, este sistema puede verse sobrecargado, lo que aumenta la susceptibilidad a enfermedades respiratorias como la rinitis alérgica, que se caracteriza por la inflamación de la mucosa nasal, causando congestión, picazón y goteo nasal” mencionó la Dra. Ana Gabriela Herrera, vocera de Stérimar.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Alergia, que se celebra el 8 de julio, es importante destacar cómo la contaminación del aire exacerba las alergias y afecta la calidad de vida de las personas que las padecen. Esta fecha, promovida por la Organización Mundial de la Alergia (WAO, por sus siglas en inglés), tiene como objetivo aumentar la conciencia sobre las enfermedades alérgicas y los problemas de salud relacionados con las alergias en todo el mundo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud entre el 20% y el 25% de la población sufre alguna enfermedad alérgica, una cifra que podría aumentar significativamente a un 50% hacia el año 2050, mientras que en México se estima que al menos el 40% de la población sufre alguna enfermedad alérgica, con niños y adultos mayores siendo los más afectados.
Al ser parte de la primera línea de defensa contra los contaminantes del aire, los expertos en salud destacan la importancia de tomar medidas preventivas para proteger las vías respiratorias diariamente y más aún durante estas contingencias, es aquí donde Stérimar, solución 100% natural a base de agua de mar, se convierte en una herramienta indispensable para la limpieza y humidificación de las fosas nasales. Además, su acción preventiva ayuda a fortalecer la mucosa nasal, reduciendo la probabilidad de desarrollar complicaciones respiratorias.
“Si bien a diario estamos expuestos a la contaminación, son los días de contingencia en los que nuestra nariz necesita cuidados adicionales para mantener nuestro bienestar. El uso de soluciones nasales de agua de mar como Stérimar es una estrategia eficaz para mantener las fosas nasales limpias y saludables” mencionó Herrera, especialista en Alergología e Inmunología Pediátrica.
La especialista comparte una serie de recomendaciones adicionales para proteger la salud respiratoria durante los periodos de alta contaminación:
● Evitar actividades al aire libre: Limitar el tiempo que se pasa al aire libre, especialmente durante las horas de mayor concentración de contaminantes.
● Uso de cubrebocas: Utilizar cubrebocas al salir a la calle crea una barrera física que disminuye la cantidad de partículas dañinas que se inhalan.
● Mantenerse hidratado: Beber mucha agua mantiene las membranas mucosas húmedas, lo cual es esencial para que las fosas nasales funcionen correctamente.
● Higiene nasal regular: Limpiar las fosas nasales con soluciones de agua de mar, como Stérimar, es una estrategia eficaz para eliminar contaminantes y alérgenos acumulados. El agua de mar, rica en minerales y sales marinas, no solo limpia, sino que también humedece y fortalece la mucosa nasal, reduciendo la inflamación y la susceptibilidad a infecciones.
Siguiendo estas recomendaciones y adoptando el uso regular de soluciones nasales de agua de mar, es posible mitigar los efectos de la contaminación y mantener una buena salud respiratoria en medio de la contingencia ambiental.–