Un par de noches llenas de magia y nostalgia, “Sinfónicos en Miniatura», rindió un conmovedor homenaje a George Gershwin, cuya innovadora fusión de jazz y música clásica sigue siendo una inspiración para músicos de todo el mundo.
Este año, los eventos transportaron a los espectadores a un viaje musical inolvidable. El auditorio Alfredo Krausubicado en la Isla Gran Canaria y el Teatro Circo de Marte ubicado en la Isla de La Palma en España, fueron los escenarios perfectos para el concierto «Gershwin in Blue», celebrados el pasado 5 y 6 de junio. Los conciertos fueron un rotundo éxito, con todas las entradas agotadas, reafirmando la pasión y el interés del público por el talento de la reconocida pianista. La iniciativa principal de este evento es presentar grandes obras sinfónicas interpretadas por un grupo selecto de músicos, creando una atmósfera íntima y profundamente emotiva.
Entre los talentos destacados, brilló con luz propia María Hanneman, la talentosa pianista mexicana de tan solo 18 años. Su presencia en el prestigioso concierto no solo fue un testimonio de su habilidad y pasión por la música, sino también de su capacidad para capturar y transmitir la esencia del legado musical de Gershwin. María no solo domina el piano de manera excepcional, sino que también comprende profundamente cómo fusionar el jazz y la música clásica en una interpretación única y cautivadora.
La actuación de María en «Gershwin in Blue» fue una explosión de energía y emociones. Su interpretación magistral se entrelazó armoniosamente con la apasionada dirección de Isabel Costes, creando una sinergia que envolvió al público en una experiencia sinfónica inolvidable. Los asistentes fueron testigos de la unión de dos talentos extraordinarios, sintiendo cada nota y compás, como una celebración de la innovación musical de Gershwin.
María demostró no sólo un conocimiento técnico asombroso del piano, sino también una madurez artística más allá de su edad. Su gran interpretación en el Auditorio Alfredo Kraus y en el Teatro Circo de Marte, no solo fue una exhibición de habilidad técnica, sino también una expresión profundamente conmovedora de la pasión y la devoción que siente por la música clásica. Fueron noches donde cada acorde resonó con autenticidad y emoción, dejando una impresión duradera en todos los presentes.
El éxito de «Gershwin in Blue» no solo subraya el brillante presente y futuro de María Hanneman, sino que también reafirma la relevancia atemporal de la música de Gershwin. Este evento, con entradas completamente agotadas, será recordado como una noche memorable de inspiración musical y excelencia artística, donde la joven pianista mexicana dejó una marca indeleble en el escenario internacional