En el escenario económico mexicano, el horizonte del 2024 se vislumbra con una mezcla de optimismo y desafíos. Las recientes revisiones al alza por parte del Banco de México (Banxico) en sus pronósticos para el Producto Interno Bruto (PIB) han inyectado una dosis de confianza en la economía del país.
La noticia más sobresaliente es la proyección de un crecimiento del 3% para 2024, superando las estimaciones anteriores del 2.1%. Este impulso se atribuye a una postura fiscal más favorable y a las perspectivas de crecimiento actualizadas para Estados Unidos. La relación económica con nuestro vecino del norte parece ser un factor clave, ya que se espera una desaceleración menos pronunciada de la demanda externa que enfrenta México.
Sin embargo, no todo son vientos favorables. Las sombras se ciernen sobre el horizonte de 2025, con una estimación de crecimiento puntual de 1.5%. Luis Felipe Treviño, presidente de la firma de inversión privada Beamonte Investments, menciona que este panorama más moderado se atribuye a un esfuerzo de consolidación fiscal anticipado, donde el gasto interno se ve afectado, aunque se espera que la demanda externa cobre mayor peso gracias al mejor desempeño de la economía estadounidense.
Un elemento inesperado que se suma a la ecuación es el impacto del huracán Otis, que tocó tierra a finales de octubre. Aunque se prevé que sus efectos sean acotados, existe cierta incertidumbre sobre cómo estos eventos climáticos podrían influir en el crecimiento y la inflación nacional, dada la baja participación de la zona impactada en los indicadores agregados.
A medida que nos acercamos al nuevo año, una noticia alentadora se presenta para los trabajadores mexicanos: un aumento del 20% en el salario mínimo a partir del 1 de enero de 2024. En la zona libre de la frontera norte, el salario mínimo diario se elevará a 375 pesos, lo que se traduce en un ingreso mensual de 11,403 pesos. Esta medida elevará el estándar de vida de los trabajadores en esta región, y promoverá el desarrollo económico en una zona estratégica para la integración comercial.
Para el resto del país, el salario mínimo diario será de 249 pesos, alcanzando así un ingreso mensual de 7,508 pesos. Aunque esta cifra refleja una realidad económica distinta, el aumento sigue siendo un esfuerzo por contrarrestar la inflación y garantizar que los trabajadores reciban una compensación justa por sus esfuerzos.
No obstante, en medio de estas proyecciones esperanzadoras, el Banco de México emite una advertencia sobre la incertidumbre que rodea al proceso de relocalización de empresas en México. Aunque se espera que este fenómeno dé impulso a la actividad económica, los riesgos asociados a esta tendencia no pueden ser ignorados.
En el frente de la inflación, Banxico mantiene la esperanza de alcanzar la meta hacia 2025, a pesar de las presiones y retos que enfrenta en los servicios. Este objetivo es muy importante para mantener la estabilidad económica y salvaguardar el poder adquisitivo de la población.
“El panorama económico para México en 2024 se presenta como una travesía entre avances y retos. Las revisiones al alza en los pronósticos ofrecen un rayo de esperanza, pero la cautela debe ser la compañera constante ante los vientos cambiantes de la economía global. La capacidad de adaptación y la implementación efectiva de políticas serán clave para navegar por estas aguas inciertas y forjar un camino sólido hacia el crecimiento sostenible”, aconseja el presidente de Beamonte Investments.