En este segundo año de pandemia
solo habrá calaverita
para AMLO y para Peña.
Pues en esta República nuestra,
cada día más molesta
con el gobierno bananero
de este presidente farolero,
ya no alcanza ni pa ti ni pa mi
ni para el más certero.
Sin embargo, para ello
existe un remedio que se llama educación,
que sería el mejor dulce
en la calaverita de cada niño
de nuestra nación.
Solo entonces y alegremente,
como es tradición,
celebraríamos a nuestros difuntos
sin más preocupación
que ofreciéndoles un altar
lleno de cosas de su devoción.
Y es que, una vez
tomado el dulce de la Educación
ya podemos entonces, por opción,
andar de casa en casa recibiendo
caramelos y chocolates de pilón.
No como aquel niño macehual,
que al no tener recursos para su altar
salió a la calle a buscar
una pequeña contribución,
tal como se dice que fue el inicio
de esta hermosa tradición
que se da el día de muertos,
celebración mexicana
que honra a los ancestros.
Entonces, pensemos en otra opción
para el próximo año de votación
para que se pueda poner a discusión
el tema al que tanto hago promoción:
educación, educación, educación!
Pues solo así saldremos
de esta triste situación
de terrible división
entre los habitantes de esta gran nación!
Laura Miranda