- El cerebro humano es un órgano que tiene la capacidad de volverse mucho más dinámico, eficaz, eficiente, adaptable a cambios en el ambiente, así como flexible y moldeable.
- Se ha demostrado que el aprendizaje de un nuevo idioma, como los que brinda Poliglota, es una de las actividades que genera mayor plasticidad cerebral.
Sabemos que para estar sanos físicamente los expertos nos recomiendan hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio diario, hay quienes hacen mucho más ya que entrenan algún deporte o porque parte de sus rutinas es realizar actividad física por más tiempo, ya sea en un gimnasio, en casa o al aire libre; sin embargo, ¿cada cuánto “ejercitamos” nuestro cerebro?
El cerebro humano es un órgano que tiene la capacidad de volverse mucho más dinámico, eficaz, eficiente, adaptable a cambios en el ambiente, así como flexible y moldeable; se tiene la creencia de que es un músculo y debe ejercitarse como el cuerpo; sin embargo, no es así, no puede ser un músculo porque no está compuesto por miocitos, sino por millones de neuronas que están interconectadas mediante axones y dendritas, las cuales regulan todas las funciones del cerebro, cuerpo y mente: desde respirar, comer, razonar, enamorarse, aprender, entre otras.
Si bien no podemos trabajarlo como un músculo, es necesario que sí lo retemos a ir más allá porque tiene la capacidad de cambiar su forma adaptativa, su organización estructural y funcional ante estímulos, esto ayudará a generar más conexiones neuronales, lo que se conoce como plasticidad cerebral o neural y hará que durante la vejez padezcamos de menos cosas como la falta de memoria.
¿Cómo cuidamos nuestro cerebro?
Aunque parezca gracioso esto de cuidar nuestra materia gris, es importante que tomemos conciencia de ello y Poliglota junto con algunos expertos como Silvia Axle Echanove, Maestra en Ciencias de la educación nos da algunas recomendaciones:
- Vínculos humanos. Somos seres sociales y al contar con una red de apoyo, cariño y amor, el cerebro se siente protegido.
- Optimismo sin ser tóxicos. Diferentes especialistas enuncian que ser positivo debería ser una habilidad que se enseñe en todos los niveles educativos, ya que nos permite encontrar soluciones a través de más posibilidades. Sin embargo, recordemos que hay evitar llegar a la positividad tóxica, donde solo se considera enfocarse en sentirse siempre bien, tratando de no tener emociones o pensamientos negativos, cosa que no es nada eficaz.
- Sí al ejercicio físico. Em importante que si ya lo hacemos no lo dejemos y si no, es buen tiempo para empezar, no solo por el impacto cardiovascular, sino por las nuevas conexiones neuronales que se generan y que esto da pie a la creatividad.
- Aprende un idioma. Se ha demostrado que el aprendizaje de un nuevo idioma, como los que brinda Poliglota, es una de las actividades que genera mayor plasticidad cerebral pues el lenguaje es una de las funciones más complejas del cerebro; los mismos neurólogos recomiendan aprender un segundo idioma para mejorar la salud cerebral, inclusive modifica la estructura del cerebro y retrasa el envejecimiento.
- Gestión del estrés. No, no es como que lo agendes para un día y una hora en específico, pero sí que aprendamos a reevaluar la realidad, es decir, cómo respondemos ante los contextos que podrían afectarnos. La manera como pensamos determina la forma en la que nos sentimos.
- Come rico y saludable. Es importante que dentro de nuestra dieta incluyamos verduras, frutas y alimentos que contengan omega 3, pero si sentimos las ganas de darnos un gusto, también es necesario que lo hagamos sin culpa, porque se generan descargas de dopamina que también nos mantienen saludables.
- Socializar. Si bien por pandemia ha sido complicado o se han modificado nuestras formas de socializar, es necesario que no lo dejemos, por ejemplo, en Poliglota además de aprender un idioma, podemos conocer a otras personas de lugares distintos al nuestro, aprendemos de otras culturas y formamos vínculos, justo como lo decíamos anteriormente.
- A “mimir”. Es necesario que le demos tiempo de reposo y descanso a nuestro cerebro, dormir nuestras ocho horas permite que se regule la función inmune y consolidar la memoria.
Cuidar nuestro cerebro y dotarlo de plasticidad neuronal es tarea de cada uno de nosotros y podemos hacerlo con actividades sencillas como tomar clases de idiomas, haciendo ejercicio o durmiendo bien.