Mucho se ha hablado sobre cómo los pacientes con diabetes han sido uno de los segmentos de la población que se han visto más afectados por el contagio por COVID-19, debido a que, por su condición, presentan agudas manifestaciones en los síntomas y complicaciones durante la infección, pero poco se sabe sobre las afectaciones que provoca el virus en el organismo, como el detrimento del sistema inmune, y las secuelas que deja en diversos órganos del cuerpo una vez que han superado la lucha contra el virus.
La diabetes es una enfermedad crónica de múltiples factores que representa uno de los problemas de salud pública más importantes a escala mundial, ya que hay más de 460 millones de personas con esta condición en el mundo. Se caracteriza por la presencia de hiperglucemia o elevados niveles de azúcar en la sangre, debido a un defecto del páncreas en la secreción de insulina.
“La falta de control en diabetes eleva el peligro de presentar complicaciones de esta condición y si se suman comorbilidades como hipertensión arterial y obesidad, pueden disminuir la posibilidad de que el cuerpo combata efectivamente ésta y cualquier otra infección”, explicó el Dr. Josafat Camacho Arellano, Presidente Médico de la Federación Mexicana de Diabetes, A.C. en conferencia de prensa celebrada en el marco delDía Mundial de la Diabetes, que se conmemora cada 14 de noviembre.
El especialista también refirió que, ante este contexto el papel que desempeñan las enfermeras en su labor en el primer frente de batalla es fundamental para la oportuna atención de los pacientes con diabetes contagiados, “el personal de enfermería marca la diferencia”, afirmó.
Según estudios presentados por la revista médica británica Cardiovascular Diabetology, el índice de triglicéridos y glucosa (TyG) se asocia directamente con la gravedad y la morbilidad en pacientes con COVID-19, por lo que puede ser un marcador valioso para identificar la gravedad por contagio del virus.
En ese sentido, el Dr. Rubén Silva Tinoco, Endocrinólogo y Director de la Clínica Especializada en el Manejo de la Diabetes de la Ciudad de México, mencionó que una de las causas más importantes por las que los pacientes con diabetes aumentan el riesgo de complicaciones durante la enfermedad COVID-19 es la presentación de cetosis diabética en los pacientes que se hospitalizan, situación metabólica del organismo originada por un déficit de insulina que promueve una descompensación de la Diabetes Mellitus y ensombrece el pronóstico de las personas afectadas.
El especialista destacó: «Las personas que viven con diabetes están presentando dificultades para continuar con el cuidado de su salud en esta temporada pero, al mismo tiempo, seguir con estas medidas de cuidado y adherencia a su tratamiento, es la mejor estrategia para reducir el riesgo de presentar complicaciones relacionadas a COVID-19 y diabetes«.
Por otro lado, para explicar la importancia del estado anímico durante el proceso de infección, principalmente para quienes viven con diabetes, la Dra. Verónica Vázquez Velázquez, Psicóloga de la Clínica de Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, agregó que el aislamiento y la angustia de saberse dentro del grupo de mayor riesgo puede elevar el estrés, generar estrategias de afrontamiento maladaptativas y jugar un papel determinante contra la salud emocional y física de los pacientes con diabetes, provocando una alteración en el sistema inmune y un deterioro en la calidad de vida.
“Lo recomendable es mantener la calma, hacer una evaluación positiva de la situación, buscar apoyo social y enfocarse en la solución de los problemas, así como implementar todas las medidas de prevención e higiene y apegarse a su tratamiento”, dijo la especialista.
Es importante señalar que un paciente con diabetes corre el mismo riesgo de contagio por COVID-19 que quien tiene esta condición; sin embargo, las personas con diabetes tienen mayor probabilidad de presentar complicaciones graves, sufrir secuelas y morir en caso de contagiarse.
“He vivido 30 años con diabetes y sé de la importancia que tiene la actividad física para disminuir el riesgo de desarrollar complicaciones de la diabetes. Por ello, en alianza con el Sistema de Transporte Colectivo Metro implementamos una iniciativa en las escaleras de la estación San Pedro de los Pinos, de la línea 7, la cual busca crear conciencia en las personas y motivarlas a cuidar su salud a través de la movilidad y ejercicio”, mencionó Gisela Ayala, paciente con diabetes y Directora Ejecutiva de la Federación Mexicana de Diabetes, A.C.
Y es que a más de 8 meses de haberse presentado el primer caso de contagio por coronavirus en nuestro país, al día de hoy, existen aproximadamente 978 mil personas contagiadas y alrededor de 95 mil personas que han perdido la vida por esta causa en México. Se sabe que parte de la población que se ha recuperado de esta afección, ha presentado secuelas en el aparato respiratorio, principalmente el pulmón; en el sistema cardiovascular, como lesiones al miocardio, datos de insuficiencia renal; se ha observado que algunos pacientes han desarrollado diabetes mellitus y deterioro cognitivo a largo plazo.
“En efecto, la preocupación no radica únicamente en el contagio para un paciente con diabetes, se debe tomar en cuenta que tras la recuperación pueden presentarse secuelas que afectan gravemente la salud, por ello, en el Día Mundial de la Diabetes, debemos hablar de la importancia de prevenir este tipo de comorbilidades que ante una pandemia sanitaria como la actual, representan una desventaja proporcional ante el resto de la población”, destacó el Dr. Juan Omar Toledo, Gerente Médico de la Unidad de Metabolismo en Merck México.
En palabras del Dr. Toledo, el cuidado debe empezar desde que una persona presenta prediabetes, enfermedad en la cual los niveles de azúcar en la sangre son más altos de lo normal pero no al grado del diagnóstico de diabetes ya que esta condición puede ser reversible con tratamiento evitando así las complicaciones que genera la diabetes.
La prevalencia mundial de personas con prediabetes se estimó en 7.3% de la población adulta en 2017, lo que equivale a 352 millones de personas. Para 2045, se prevé que la prevalencia aumente al 8.3% de la población adulta mundial, equivalente a un estimado de 587 millones de personas.
“Una vez que se detecta la prediabetes, presencia de niveles de glucosa en sangre superiores a los establecidos como normales que, en ayunas deben estar por debajo de los 100 miligramos por decilitro (mg/dl), se requiere comenzar un tratamiento oral con metformina de liberación prolongada que permita estabilizarlos al tiempo de mantener un cuidado integral basado en una dieta equilibrada y una rutina de ejercicio de por lo menos 30 minutos al día”, explicó.
Finalmente, los especialistas coincidieron en que lo más importante ante el contexto actual, es que quienes viven con prediabetes y diabetes continúen su tratamiento al pie de la letra, mantengan un buen control del nivel de azúcar en la sangre y sigan todas las recomendaciones establecidas para la prevención de contagio por COVID-19.
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