El nombre de Lalique nos recuerda el brillo de la joyería, el asombro de la transparencia y resplandor del cristal. Antes de convertirse en una marca, era el nombre de una persona, un verdadero artista, René Jules Lalique, uno de los diseñadores más importantes del siglo XX, maestro vidriero y joyero francés reconocido por su gran talento y creatividad.
Sus creaciones están inspiradas en la naturaleza creando figuras delicadas y elegantes. Llegó a trabajar para varias firmas de lujo como Cartier y Boucheron, convirtiéndose en un gran símbolo del art decó y de la elegancia y el lujo.
René Lalique fue el primero en imaginar una fusión de dos productos de lujo en un solo envase y dar hogar a los aromas más exquisitos del mundo dentro de su cristalería, dando un envoltorio emblemático, delicado y espléndido a los finos aromas de cada una de sus colecciones. Siendo así el pionero de la perfumería como la conocemos hoy en día y revolucionando la industria al ofrecer por primera vez, perfumes en atractivos envases.
En 1992 se lanzó su propia línea de perfumes cuando su nieta Marie-Claude creo “Lalique de Lalique” generando un sello único que combina la creatividad en el diseño de las botellas con la búsqueda los más exquisitos aromas.
En México, su más reciente lanzamiento surge este año con la colección “Noir Premier” que presenta por primera vez una exclusiva colección de 5 fragancias compuestas de inigualables ingredientes, estas esencias revelan novedosas facetas de tonos olfativos atemporales.
Con el lanzamiento de “Noir Premier” Lalique escribe un nuevo capítulo en su historia, el creador de perfumes y cristalería, diversifica su oferta con selectas y vanguardistas creaciones para una clientela experta en perfumería.