Un espejo de sí mismo es una buena síntesis para definir a las dos nuevos relojes creados por A. Lange & Söhne, que conforman un verdadero enigma.
Ambos, el Lange 1 y el Lange 1 Daymatic, son esferas simétricas con conceptos relojeros absolutamente diferentes. El primero, comenta el sitio RobbReport, cuenta con movimiento de cuerda, mientras que su contraparte es automático.
Las dos piezas, similares y opuestas al mismo tiempo, también están destinadas a atraer públicos diversos: el Lange 1 a los puristas aficionados al ritual de la cuerda manual y el Lange 1 Daymatic elegido por los pragmáticos que hacen hincapié en su conveniencia.
Ambos relojes muestran armoniosas proporciones, además de un perfecto equilibrio en la arquitectura de las esferas descentradas.
Esta proporción la componen las agujas del indicador de reserva de marcha, el fechador y la sub-esfera que marca los días de la semana, colocados en una línea vertical que, al coincidir con el centro de la esfera, forma un triángulo isósceles.