Un mismo suceso puede tener diferentes aristas y las repercusiones del mismo pueden ser muy variantes dependiendo del extracto social al que pertenezcan los afectados, eso pasa con el tema central de “La guerra me quitó tu mirada”, la guerra contra el narcotráfico en la época de la presidencia de Felipe Calderón.
La primera novela de Isaac Macip nos presenta las vidas del Viceministro Alejandro Fresán y su sirvienta Felipa, siendo un reflejo fehaciente de las marcadas diferencias sociales en nuestro país. Mientras que para el primero la guerra contra el narcotráfico es la oportunidad de demostrar sus capacidades y crecer en el servicio público; para la segunda, es motivo de zozobra al saber que su familia en la costa de Guerrero peligra y no tiene las posibilidades de hacer algo por ayudarlos. Muy interesantes también la gama de personajes secundarios que el libro nos presenta, que van desde Hortensia (hermana de Felipa) a quien la situación de “guerra” le cambia su vida, hasta la banal y adúltera esposa del Viceministro, quien está atrapada en un matrimonio más por conveniencia que por amor.
Macip, escritor y periodista nacido en Orizaba, Veracruz, por varios años se desempeñó como funcionario público en áreas de comunicación, esa experiencia hace que pueda reflejar de una manera fidedigna lo que pasa en las altas esferas políticas, dándole veracidad a la historia.
De muy fácil lectura, el libro consigue que te adentres en las historias, siendo en mi opinión la historia de Felipa y su familia la que se vuelve la más interesante de la narración y eje del relato.
Tuve la oportunidad de platicar con Isaac Macip acerca de su faceta como novelista y esta interesante historia:
¿Cómo nació el gusto por escribir?
Desde los 10 años escribo poesía, desde siempre he sentido la necesidad de expresar mis sentimientos, mi primer libro publicado fue de poesía y se llama “El territorio es cuerpo”, posteriormente me dediqué a escribir mi primera novela “La guerra me quitó tu mirada”.
¿Fue difícil pasar de la poesía a la prosa?
No fue difícil, lo complicado fue que muchos de mis textos en la obra tenían rima, yo tenía esta escuela por así decirlo de embellecer demasiado los párrafos, esto los editores lo encontraron mucho en la obra y si me lo editaron. El mayor reto fue soltarme un poco de la práctica de la poesía para poder narrar más de corrido. Algunas cosas de esa rima, de esa sonoridad se quedaron, me costó trabajo no abusar, pero creo que de alguna manera eso es parte de mi estilo.
¿Quiénes son los escritores que te han inspirado?
Mi escritor favorito es Virginia Woolf, ella tiene una capacidad de exteriorizarse, de desprenderse de sus sentimientos, emociones, miedos, vibraciones corporales y mentales, ella es mi mayor escuela. También Sándor Márai, un escritor húngaro que para mi es alguien que representa lo mismo que Virginia, se desprende de todo lo que trae dentro y lo lleva a las letras.
En mi obra, al igual que ellos busco poder desmenuzar mis emociones, lo que pienso, lo que he vivido y llevarlo a las letras, eso es lo que intento.
¿De dónde sale la idea de tu libro?
De sentir que hacía falta a esta sociedad un ejercicio de conciencia, la idea nace de querer hacer consiente este momento que vive el país, de pérdidas, de sufrimiento, la obra lo que intenta es hacer consiente al lector de que todos hemos tenido una perdida muy grande en este periodo llamado guerra contra el narcotráfico y que no son del mismo tipo para todos.
Quiero destacar que la novela no es una crítica, es un retrato de la realidad, algo que trabajé y pulí con los editores fue el no tener clichés, no hay buenos ni malos, no te impongo cual es el calificativo de los personajes, te los presento como humanos, a un Viceministro que es padre, esposo y también funcionario público, también te presento a Hortensia que vive en el estado de Guerrero y es madre, tiene sus propias problemáticas y tiene momentos en los que parece buena persona y otros donde sus actuaciones pueden ser criticadas.
Como ciudadanos mexicanos todos hemos tenido pérdidas, en temas de seguridad, en sentirnos en paz, sentirnos tranquilos al caminar por las calles y eso es suficiente para haber escrito esta obra que apuesta a ser un granito de conciencia, de revelar y de alzar la voz en algo muy bello que es la literatura, y lo hago a nombre de quienes han tenido mayores pérdidas, la idea de escribir esta novela y el apoyo de las dos editoriales que están detrás es el decir, hay alguien que encuentra interesante y valioso el hablar del tema.
¿Qué buscas dejar a los lectores y a la literatura mexicana?
La apuesta es dejar documentado ese periodo de México, ¿qué es lo que estamos viviendo como sociedad?, ¿qué es lo que nos afecta?, lo que estamos perdiendo. Apuesto a que esta obra deje un legado en eso, está narrada en un momento especifico de la historia de México entre el año 2009 y 2010, en la cuenta regresiva de la celebración del Centenario de la Revolución, vienen eventos reales que escuchamos en los medios, el lector al momento de adentrarse en las historias va identificando hechos que ya conoce, pero que trastocan a los personajes, es hacer un trabajo de conciencia con el lector y quedar como un documento histórico para los mexicanos.
En la parte de la literatura lo que hace esta obra, quizá partiendo de la escuela de una gran escritora como Guadalupe Loaeza, es apostar a retratar y llevarte a las intimidades de las casas mexicanas de las clases altas de la ciudad de México y de las clases menos favorecidas en la costa de Guerrero, es una literatura bien rica, que te lleva a la intimidad y mente de los personajes.
¿Cuánto tiempo te llevó escribir “La guerra me quitó tu mirada”?
Me llevó poco más de dos años, tiene un trabajo de documentación muy importante en el que hice la revisión documental de medios de comunicación, leí notas, además de que trabajé en gobierno y esa experiencia me ayudó mucho para poder escribir y construir mis personajes que revelan al sector público, y por otro lado estuve viajando a la costa de Guerrero, en específico a Petatlán, Guerrero, mis viajes eran muy reveladores, había historias que lo único que hacían era reiterarme que esta ficción que estaba creando era más que real.
¿Es difícil publicar una novela en México?
Si, más si es la primera, no tenía un nombre en el mundo de las letras y estoy construyéndolo, de eso soy consciente. Esta novela no es sobre el narcotráfico, ya hay literatura sobre el tema que revela la vida de los capos, cómo funcionan los carteles y que bueno que hay esa literatura porque nos acerca a otra realidad, pero esta obra es sobre los efectos del narcotráfico y de la lucha contra él, toqué muchas puertas y al final hubo alguien que dijo si le entramos.
“La guerra me quitó tu mirada” se puede encontrar en todas las librerías del país, para conocer más sobre Isaac Macip y su obra síganlo en sus redes sociales:
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La guerra me quitó tu mirada
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