Vivir en un pequeño departamento o en una casa de dimensiones limitadas no significa renunciar a la comodidad, o a vivir en un lugar armónico y bonito. La arquitecta Barbara Appolloni lo sabe y creó en 2009 en Barcelona un departamento muy especial.
Este singular ático en el centro de Barcelona era antiguamente el local de los depósitos de agua de un estrecho edificio y se convirtió en un increíble lugar con todas las comodidades propias de una suite de hotel con 22 m2.
Con un diseño sencillo basado en dos materiales, la madera y el viroc (paneles realizados con una mezcla de madera y cemento), las paredes y el pavimento esconden todo el mobiliario necesario, dejando a la vista solo la ducha.
Como en el juego Lego, todo encaja de forma perfecta creando un sistema meticuloso de piezas pensadas para contener funciones específicas de una vivienda. Caracterizadas por diferentes mecanismos de apertura, crean un universo que transforma el escenario en función de las horas del día.
Las paredes esconden el armario, la cocina, la mesa del comedor y hasta la puerta del aseo. El banco sirve de asiento y de escalera de acceso al exterior. Un sistema de ruedas permite extraer la cama doble alojada debajo del suelo del balcón. Una escalera exterior comunica la planta inferior con la terraza, donde se ubica una bañera y un gran sofa de madera. Así, las magníficas vistas de la ciudad completan el confort de la vivienda.