La realeza a veces está en peligro de secuestro y por esta razón, Enrique, el hijo menor de Carlos de Inglaterra, piloto de la fuerza aérea, fue sometido a un entrenamiento en el que aprendió a actuar en caso de secuestro por parte de un grupo terrorista durante un hipotético accidente en territorio enemigo.
«Enrique ya está listo para lidiar con una situación de captura y tortura en un contexto de guerra. Con este ejercicio no se puede llegar más lejos en términos de realismo. Si su helicóptero Apache se viene abajo, va a tener que valerse completamente por sí mismo. Este tipo de pruebas son una muestra de lo que podría llegar a enfrentar en el peor de los escenarios» explicó una fuente cercana al joven.
De esta forma, algunas de las situaciones que tuvo que afrontar el príncipe en el simulacro, quien ya sirvió previamente en Afganistán, fueron las de ser encapuchado y torturado psicológicamente. Es que este escenario, no obstante, no pareció inquietar al joven, quien confía en sus posibilidades de pasar la prueba y volver a ser enviado al frente.
«Nada puede compararse con la crudeza de vivir una situación así en la realidad, pero estos simulacros son, desde luego, toda una llamada de atención. Si supera este tipo de entrenamiento, significará que podrá graduarse. Estoy convencido de que lo conseguirá», declaró la misma fuente.