La muerte encontró joven, demasiado joven, a Alexander McQueen. Su obra es hoy admirada, y el fallecido diseñador inglés es considerado como uno de los más brillantes de su época.
Un revolucionario, un artista del pret-a-porter, que decidió quitarse la vida en 2010 dejando maravillas como sus chaquetas de oro o sus vestidos angelicales e inmaculados.
Hijo menor de un taxista londinense, diseñaba ropa para sus hermanas de muy chico, y soñaba con convertirse en diseñador. A esa edad descubrió su orientación homosexual, la cual no ocultó ni siquiera a su familia. «Estaba seguro de mí mismo y de mi sexualidad, y no tengo nada que ocultar. Me fui directamente del vientre de mi madre al desfile del orgullo gay», comentó en alguna ocasión.
En el verano de 2000 se casó extraoficialmente en Ibiza con su compañero George Forsyth, director de documentales, pero la relación terminó un año después.
Fue considerado un joven rebelde, con la cabeza rapada y tatuajes en todo su cuerpo, y admirado como uno de los creativos más influyentes de la haute couture de la industria fashion moderna.
Algunos momentos importantes han sido:
* Comenzó como aprendiz con los reputados sastres de Savile Row, Anderson y Shephard, y luego en Gieves y Hawkes.
* En 1989, con 20 años, consiguió trabajo con el diseñador Koji Tatsuno.
* Se tituló en el prestigioso Central Saint Martins College of Art and Design en 1992.
* En 1996 sucedió a John Galliano como chief designer de Givenchy.
Cuatro años mas tarde,en 1992, fue adquirido por
* Cuatro años más tarde, Gucci adquiere el 51% de Alexander McQueen, con él como director creativo.
* En 2003 fue nombrado Most Excellent Commander del Imperio Británico por su majestad la Reina.
Nada parecía prohibido para Alexander McQueen a la hora de diseñar, mezclando las características de la moda británica, francesa e italiana, y haciendo un culto de la sastrería hecha a medida.
Sus primeros diseños para hombres fueron admirados en la Semana de la Moda Masculina de Milán en 2005, inspirados en la estética militar.
Destacaron colores oscuros, estampados, bordados y cristales con estilo árabe, además de cuello vuelto que se convierte en capucha.
Tras su muerte, se realizó en Nueva York una recopilación de sus piezas más sobresalientes, llamada «Savage Beauty», y que incluó varias de sus colecciones: «Romantic Mind», «Romantic Gothic», «Romantic Nationalism», «Romantic Exoticism», «Romantic Primitivism» y «Romantic Naturalism».
Se formó la fama de «enfant terrible» de la moda londinense, y fue descrito como un «genio moderno» por Alexandra Shulman, editora de moda de la revista británica Vogue.
McQueen también trabajó con grandes artistas como Lady Gaga, Björk y Ayumi Hamasaki en sus últimos años de vida, y colaboró con la línea de calzado y ropa deportiva de PUMA.
Alexander McQueen es hoy admirado y respetado, y dejó algunas frases que merecen ser escuchadas:
“Dame tiempo y te daré una revolución”.
“Quiero ser el creador de cierta silueta, o de un determinado tipo de corte, así cuando muera la gente sabrá que el siglo XXI lo comenzó Alexander McQueen”.
“Hace mucho tiempo que elegí no encajar. Nunca encajaba. No quiero encajar. Y ahora la gente está comprando eso”.
“La moda debería ser una forma de escapar, no una forma de esclavizar”.
“Es una nueva era en la moda. No hay reglas”.
“No hay mejor diseñador que la naturaleza”.
“Encuentro belleza en lo grotesco. Como la mayoría de los artistas, tengo que forzar a la gente a mirar las cosas”.