La boutique gastronómica Casa Lila, de la chef Marianna Wise, ubicada en la colonia Roma, fue el escenario perfecto para presentar las nuevas añadas de vinos Gramona, la bodega catalana que ha dado un nuevo significado al vino espumoso.
Su sommelier y exportadora, Linda Díaz Morales, quien es mexicana pero vive en Barcelona, explicó un grupo de expertos como Andrés Amor y Elsie Méndez, que el camino entre champagne y el cava, sus vinos son la mejor opción, “no es en detrimento de las grandes casas de champagne, pero nosotros nos medimos aparte”.
Esto es por la elaboración, tan cuidadosa y especializada, así como en su guarda, “y mientras un cava básico es de 9 meses, el nuestro es de 24; y el de nuestro Gran Reserva es de 36”.
Es por ello que este año se presentan las añadas correspondientes a 2007 y 2010, “algo no muy común en cavas”, dice la sommelier y enóloga Sandra Fernández, quien preparó el maridaje con la chef Wise. “Lo que hace diferentes a estos vinos son su proceso y la alta calidad de las uvas”.
Estas son las tres etiquetas que tendremos en México, de venta exclusiva en La Europea:
Gramona Imperial Gran Reserva, Cosecha 2010. Tiene un proceso de doble fermentación con una mezcla de tres uvas. Contrario a la mayoría de las marcas, que por el volumen de su producción tienen que utilizar el método Gyro Palette (una máquina que da vuelta a las botellas), “mientras que nosotros no la usamos, sino que realizamos el método tradicional con la mano; cada botella tiene abajo la marca de dónde se quedó en la última vuelta”.
III Lustros, Cosecha 2007. Este cava apenas produce 25 mil unidades por añada y presume 60 años de producción, “es uno de los vinos que nos compra la Casa Real del Reino Unido”, afirma Linda. Su proceso comienza con un método tradicional, o champenoir, que produce vino espumoso, que será el vino base; tras tres meses de fermentación se embotella para después sembrarle azúcar y levadura, “que se convierte en alcohol y libera el dióxido de carbono que nos dará la burbuja”. Su guarda en barricas de jerez.
Vin de Glas. Es su único vino “tecnológico”, ya que en Penades no hay nevadas como las que existen en Italia, lugar en el que se producen los mejores vinos dulces. “Así que Jaume Gramona, el dueño y enólogo, instauró forma de congelar la uva con nitrógeno líquido y emular el proceso natural; del elixir que queda de esa uva la presa nos deja azúcar y acidez óptimas”.
Con Vin de Glas, Linda asegura que han creado “una nueva categoría de vino dulce de hielo, mientras que Imperial Gran Reserva queda claro que, “no todo es champagne y no todos los espumosos de alta calidad vienen de las grandes y famosas marcas”.
*Casa Lila, León de los Aldama 32,
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