Manuel Emch, CEO de RJ Watches, reveló la nueva colaboración de la marca con el famoso diseñador de relojes Alain Silberstein. Se trata de un nuevo e innovador reloj: El Subcraft.
Este reloj aerodinámico es una representación de figuras que se encuentran en la naturaleza, como por ejemplo la majestuosa danza de la mantarraya. Desprovista de líneas rectas, esta escultura del tiempo permite que un concepto futurista cobre vida gracias a un mecanismo innovador y sumamente sofisticado.
La impecable danza acuática del Subcraft es el resultado de una caja de titanio meticulosamente fabricada de grado 5 o titanio recubierto con PVD negro. Diseñada para minimizar la resistencia al movimiento, la caja alberga un ingenioso movimiento mecánico creado para RJ-Romain Jerome por Agenhor.
El Subcraft esconde su verdadero corazón debajo de su elegante e impecable caja, revelando la colaboración mecánica de Manuel Emch y Jean-Marc Wiederrecht con la creación de un movimiento único que infunde vida a este nuevo reloj. Este movimiento altamente sofisticado combina cuatro complicaciones diferentes – lateral, lineal, saltante y retrógrada – y representa una de las indicaciones del tiempo más complicadas que se hayan fabricado hasta la fecha.
En ambos modelos, la indicación de la hora se lee de manera lateral, bajo un cristal ligeramente convexo, destacando perfectamente las curvas de la caja. La indicación de los minutos se encuentra en la tapa del reloj, bajo un cristal esférico negro que refleja el diseño fluido del Subcraft. El contador de minutos ha sido trazado en blanco, con numerales de diseño deportivo. Finalmente, la corona se encuentra en la extremidad de la caja, creando así una capa protectora.
Además, una nueva correa de suave piel de becerro se adapta a la silueta del Subcraft, logrando el confort del reloj. La correa fue diseñada con una abertura bajo el fondo de la caja, que permite a quien lo luce, observar la firma “RJ X Alain Silberstein” y saber cuál de los relojes de esta edición limitada de tan solo 99 en todo el mundo es el suyo.